Citroën OLI. Fuera de lo común

2022-10-27 10:41:35 By : Mr. Eason Guan

Un prototipo del carro eléctrico, según la visión de la casa francesa, en el cual se encuentran múltiples soluciones técnicas, nuevos materiales, funcionalidad plena y cero emisiones. El nuevo logo se estrenó en el Salón de París esta semana.

Más allá de que en alguna parte del carro haya uno o varios motores eléctricos y que uno viaje sentado encima de un paquete de baterías, los automóviles que están planteando las marcas, al menos las francesas, se mueven bastante adelante de los requisitos técnicos de las cero emisiones. 

Hay un escenario complicado en el cual confluyen muchos factores para que el carro eléctrico sea sostenible y asequible en precio, determinado esencialmente por el valor de las baterías. Por ende, reducir costos en este aspecto es esencial para los fabricantes, y llegan por cuatro caminos: las mejoras de las baterías en autonomía, tiempo de recarga, tamaño y valor. La reducción de la autonomía acomodada a ciclos urbanos relativamente cortos, con lo cual ponen menos celdas en las pilas. La optimización de la carga de trabajo que le imponen al sistema eléctrico con carrocerías más livianas, materiales ligeros, llantas especiales y accesorios en la mínima cuantía. Y, finalmente, limitando el débito de la corriente recortando el performance.

El Citroën Oli, prototipo que acaban de mostrar, es una estupenda síntesis de todos estos conceptos. Por ejemplo, su velocidad está controlada a 110 kilómetros por hora y la aceleración, propia característica aplastante de los eléctricos, apenas se expresa en el nivel que lograban los viejos 2CV. Es decir, apenas se mueve en el tráfico decentemente para hacer rodar los 1.000 kilos que acusa el conjunto en la balanza y esto significa que con una batería de 40 kWh puede andar durante 400 kilómetros, y como el acumulador no tiene alta densidad, se recarga del 20 al 80 por ciento en apenas 23 minutos. 

Todos los elementos fueron aligerados y optimizados, empezando por las llantas concebidas por Goodyear en unos enormes rines de 20 pulgadas de material mixto: aluminio y estampado de acero, para bajar la alta huella de contaminación que genera la producción del aluminio. Este truco permitió quitar 6 kilos del peso total, lo cual no es una gran suma, pero muestra que el trabajo se hizo gramo a gramo. Las llantas no están hechas con los ingredientes convencionales, sino a base de aceites de girasol, cáscaras de arroz y resinas de pino, gracias a las cuales podrían rodar medio millón de kilómetros, son reencauchables y caminan sobre unos tacos enormes de 11 milímetros de altura.

Los atajos técnicos aparecen en todas las partes. Los asientos son moldeados en impresoras 3D con un plástico poroso que ahorra todos los elementos filtrantes. Los pisos están cubiertos con una espuma de un poliuretano expandible hecha por BASF que se pueden lavar con manguera y ahorran los tapetes.

"Es más importante escoger un estilo de vida que un estilo de vehículo”, dice Citroën. “Se pueden comprar todas las innovaciones de la inteligencia artificial y apenas usar un 2 por ciento de esas aplicaciones. Por eso, lo clave es optar únicamente por lo necesario, y este carro tiene esas soluciones”.

Muchas partes de la carrocería son, además de reciclables, fabricadas en un plástico hecho por la firma Omnium, que toma la mitad de la materia prima aprovechada de otros desechos. También hay astucias de diseño y fabricación para bajar costos como se aprecia en los bómperes, que son iguales adelante y atrás, de los cuales penden ganchos superfuertes para poder halarlo en caso de mal terreno.

El techo, la capota y la tapa del baúl son de Elastoflex -un poliuretano también hecho por Basf- y pintados con un aerosol Elastocoat. Como son formados en una estructura panal de abejas, es posible caminar sobre estos sin que se deformen. 

No hay funciones de entretenimiento ni sistemas de navegación. Citroën considera que todas las personas tienen en sus celulares y parlantes portátiles para reproducir la música, el radio y las aplicaciones que necesitan, por lo cual solo se provee un sistema de conexión para trasladarlas al carro.

La descripción de funciones y soluciones es interminable. Se puede convertir en pick-up, el techo sirve de piso para una tienda de campaña, la instrumentación es mínima, pero acepta todas las USB de los asistentes a la experiencia Oli. Las puertas son 4, pero digamos que es una media adicional por lado. Mide 4,20 de largo, lo cual indica que tiene plena capacidad, y se burla de la aerodinámica tradicional con las partes planas y rectas como el vidrio principal, pues a 100 por hora no vive del flujo del aire.

Al final de la ruta, cuando fabriquen un auto real con estos avances, la marca quiere ofrecer un vehículo barato, con cero emisiones y que cumpla con los retos sociales y de movilidad que vendrán pronto. 

Es claro que si hay una marca que goza de plena libertad y personalidad para hacer estos ejercicios de diseño es Citroën, por lo cual Oli es una consecuencia de su saber y una perspectiva clara de su visión en la nueva era de los automóviles.

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